DESMONTANDO “WHIPLASH”: Profesores de batería rebaten 10 mitos de la película

19/02/2015

La película “Whiplash” ha triunfado en las nominaciones a los Oscar 2015 (entre ellas, a mejor película) pero, sobre todo, ha revolucionado a alumnos y profesores de música.

Como ya sucedió con otras películas que abordan el exigente mundo de los que pretenden ser profesionales de las disciplinas artísticas, a menudo vemos cómo la vocación se transforma en pasión enfermiza y el interés de la trama se centra en el dolor que provoca el esfuerzo y la ansiedad que genera la competitividad. “Cisne Negro”, aclamada por crítica y público y galardonada con un Oscar, es quizá el ejemplo más reciente.

En este caso, el protagonista de la historia es Andrew, un joven y ambicioso baterista de jazz que estudia en un prestigioso conservatorio de música de la costa este de Estados Unidos y cuyo sueño es tocar como Buddy Rich.

 

Terence Fletcher, un profesor conocido tanto por su talento como por sus rigurosos métodos de enseñanza, dirige la mejor big band del conservatorio. Cuando Fletcher elige a Andrew para formar parte del conjunto musical que dirige, cambia para siempre la vida del joven.

El propio director de la película, Damien Chazelle, tuvo en su adolescencia el mismo sueño que Andrew.. y la mala suerte de toparse con un profesor tremendamente ortodoxo, inclemente y casi despiadado que le marcó de por vida. De ahí sacó este joven de 30 años el germen de una historia que no ha dejado indiferentes a los profesores de batería de la Escuela de Música Creativa de Madrid.

Aunque muchos de ellos valoran la banda sonora, el montaje y la interpretación de los protagonistas, en general están de acuerdo con demoledoras críticas como las del New Yorker o, en nuestro país, la revista Tomajazz, que apuntan que “la idea del jazz del filme es una caricatura grotesca y ridícula” y que “es un trabajo que no honra ni al cine ni al jazz”. De hecho, muchos de estos profesores fueron incapaces de terminar de ver la película, y sólo lo hicieron finalmente porque se lo sugirieron sus alumnos.

A riesgo de hacer algún spoiler (avisados estáis), los profesores de batería rebaten los 10 mitos en los que cae “Whiplash”.

1- La música al más alto nivel está reñida con el disfrute

En la película vemos continuamente cómo sufre Andrew. “Es una pena que en la película se deje de lado el objetivo más importante de la música, que es el disfrute, la comunicación y el esfuerzo por y con gusto“, argumenta el profesor Raúl Martínez Aceña.

Profesores de bateria rebaten 10 mitos de la película Whiplash

2 – Para ser el mejor hay que tocar siempre en solitario

Andrew no hace más que sudar (y sangrar) encerrado en su aula. Apenas habla con nadie y sólo toca con otros en los escasos ensayos junto al resto de la big band.

Pero eso está muy lejos de la realidad, según Carlos Carli: “Tocar en grupo supone un extra de motivación para cualquier alumno y es beneficioso en todos los sentidos, puesto que refuerza el componente social y comunicativo de la música y además te ayuda a mejorar como profesional”.

3 – Un virtuoso es aquél que consigue tocar muy rápido

En una de las escenas más tensas de la película, Fletcher pide a Andrew que toque en un ritmo de doble swing y este sufre porque no consigue entrar en tiempo. Este detalle transmite al espectador la idea de que el músico excepcional es el que es capaz de reproducir más notas por segundo, en un vertiginoso éxtasis.

“Un músico no es simplemente un robot programado para dar notas”, rebate Raúl Martínez Aceña.  Es más, apunta Marcelo Gueblón: “Cuando uno toca ritmos más lentos, se nota mucho más si entras a destiempo y es imposible disimular los errores”.

4 – Si quieres dedicarte a la música, el resto de músicos son competencia. Olvídate de hacer amigos

Durante una cena en casa, un familiar de Andrew le pregunta si tiene algún amigo, ante lo que este responde que no, “no creo que lo necesite”.

“Todos vemos la competitividad que se vive en nuestro mundo y, especialmente, en la música: pruebas oposiciones.. La película muestra una cara enfermiza de todos esos valores. Cero de expresión y comunicación, una superación que se convierte en obsesión… En definitiva, una lucha de egos”, apunta Raúl Martínez Aceña.

5 – La fama cuesta sangre, sudor y lágrimas

Al fin y al cabo, “Whiplash”, aunque independiente y relativamente poco comercial, sigue llevando el sello de Hollywood, y eso se nota en los detalles más escabrosos como la sangre por doquier. “Después de tocar muchas horas, es posible que te salga algún callo, pero nunca sangre, y menos en la zona de la mano que muestra la película”, señala Marcelo Gueblón.

Profesores de batería rebaten 10 mitos de la película Whiplash

El sudor, en cambio, consigue pasar la prueba de verificación de los profesionales: “Sí creo que para tocar bien un instrumento hay que dedicarle muchas horas y es lo único cierto de la peli”. Las lágrimas, desgraciadamente también.

“Cuando estaba en Berklee, alguna vez salí de clase llorando, pero nunca por haber sufrido humillaciones o maltrato por parte de mi profesor, sino porque no estaba contento con mi trabajo”, concluye Marcelo.

6 – “La letra, con sangre entra”

Hay quien ha apuntado el parecido entre el profesor Fletcher y el sargento mayor Hartman de la película “La Chaqueta Metálica”. Pero ningún profesor de batería de la Escuela de Música Creativa implantaría esta metodología ni loco.  

Quique Villafañe apunta que “en casos excepcionales, te puedes encontrar con maestros que consiguen buenos resultados utilizando métodos deplorables. Pero para nosotros, el mejor maestro es el que, además de enseñar bien, es querido y respetado por sus alumnos”.

“No creo que nadie pueda pensar que describe una situación habitual en la educación del jazz. Es sólo eso, una historia de terrorJavier Íñigo.

Profesores de batería rebaten 10 mitos de Whiplash

7 – Charlie Parker no era nadie hasta que “Papa” Jo Jones le tiró un plato de batería a la cabeza

“Whiplash” se basa en una anécdota sobre el músico Charlie Parker, según la cual, un día durante un concierto, lo hizo tan mal que “Papa” Jo Jones no vio otra opción que tirarle un plato de batería a la cabeza para que dejara de tocar. La leyenda dice que ese fue el punto de inflexión a partir del cual Charlie Parker llegó a ser el mejor. El periodista Richard Brody cuenta que esa historia fue bien distinta y que Jones en realidad tiró el platillo al suelo para llamarle la atención.

“La película se basa en las fuertes personalidades de Buddy Rich y Papa Jo Jones, dos bateristas geniales pero con mucha mala leche”, señala Quique Villafañe. “No es cierto que, de un día para otro, Charlie Parker pasase de tocar fatal a ser toda una leyenda. Mejoró a partir de ese episodio, pero ya tocaba muy muy bien” Marcelo Gueblón.

Profesores de batería rebaten 10 mitos de la película "Whiplash"

8 – Si no eres tan bueno como Charlie Parker, no vale la pena ser músico

En una escena clave de la película, Fletcher argumenta que su único objetivo como profesor es “encontrar al nuevo Charlie Parker” y que, para encontrar el talento, lleva a sus alumnos a situaciones límite. En “Whiplash” se repite la idea de que, si no triunfas, te puedes ir despidiendo de la música.

“Para mi lo más importante en una clase es generar un ambiente de confianza, estar cómodos y pasarlo bien haciendo lo que hagamos porque, si conseguimos eso, todo lo demás fluye de manera natural y al ritmo que uno necesite y se ponga”, apunta Raúl Martínez Aceña. “La película es un buen ejemplo de los que no debería existir, ni en la música ni en ningún otro sitio. Lo que no hay que hacer como profesor, como alumno, como compañero”.

9 – Si estudias música, la gente no te tomará en serio

“Estudias música, pero.. ¿exactamente qué haces?”. A quien quiera dedicarse profesionalmente a la música probablemente no le resultará extraña esta pregunta.

En la misma escena de “Whiplash” de la cena familiar, surge la discusión sobre qué es más profesional, la música o el deporte.

“Me sorprendió que se sugiriera la cuestión de que el jazz es algo poco considerado socialmente porque yo estudié en Berklee hace muchos años y entonces esa idea ya no era tan predominante en la sociedad estadounidense. No aquí, donde es cierto que este estigma aún se mantiene”, señala Marcelo Gueblón.

10 – Si estás centrado en la música no tienes tiempo para novias (o novios)

En la película, Andrew rompe con su chica porque quiere centrar toda su atención en convertirse en el mejor músico y piensa que ella puede ser una distracción.

Todos los profesores niegan la verosimilitud de este supuesto, entre risas. Sobran los comentarios 🙂

Profesores de batería rebaten la película Whiplash

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