Al escuchar música, cualquier persona experimenta emociones y sensaciones únicas. Pero, la mayoría de las veces, en realidad no sabemos nada de lo que está pasando. Es decir, no sabemos distinguir el tipo de compás que tiene una canción, los intervalos de la melodía, los acordes.. a veces ni tan siquiera los instrumentos que están sonando.
Es como si viviéramos en Matrix y la música fuera un código ininteligible.
Afortunadamente, no necesitamos ser “El elegido” para aprender a descifrar este código. Y, al contrario de lo que la gente cree, aprender lenguaje musical no tiene por qué ser aburrido.
Al igual que entrenamos para tonificar nuestro cuerpo, también existe un entrenamiento específico para comprender interiormente la música que oímos, tocamos y leemos. En Música Creativa, denominamos a esta asignatura Educación Auditiva y Rítmica y es una materia central en la formación porque sin ella no tendríamos oído musical, es decir, la capacidad de escuchar y comprender música de manera interna (sin que esté sonando físicamente).
El conocimiento habla pero la sabiduría escucha
JIMI HENDRIX
5 Tips para trabajar la educación auditiva y rítmica de forma efectiva y divertida:
1. Escucha música
Cualquier canción (pop, rock, blues, soul, bandas sonoras, musicales..) puede servir para aprender a reconocer y a entender el compás y la rítmica, la forma, la instrumentación, la tonalidad, las melodías, las figuras y los acordes.
2. Entrena tu oído
Los intervalos (saltos entre notas dentro de la escala o acorde) pueden cantarse. También podemos hacer ritmos sencillos y añadir cada vez mayor complejidad. Poco a poco iremos desarrollando nuestro oído musical hasta ser capaces de imaginar estos elementos internamente.
3. Lee música
Obviamente, el lenguaje escrito (la notación musical) en una partitura no suena, así que, al leer, debemos darle sentido, anticipando interiormente cómo debe sonar, igual que imaginamos como se pronuncian las palabras escritas en un libro. Aprenderemos a medir el tiempo, el pulso y las figuras, las notas y los símbolos de acorde en una partitura y a interpretarlos musicalmente con la voz.
4. Escribe música
Y en el sentido contrario… puedes aprender a escuchar músicas de todo tipo, a reconocer y comprender lo que está sonando para poder escribir las notas y los ritmos tú mismo/a en una partitura, usando para ello la notación musical.
5. DIVIÉRTETE
Aunque lo hemos situado en el quinto lugar, en realidad este consejo debería ser el primero, ya que la diversión condiciona todo lo demás. Si se enseña de manera muy teórica y mecánica, efectivamente el lenguaje musical puede ser un auténtico peñazo. Por eso, lo recomendable es aprender de manera práctica y divertida, desarrollando tus capacidades con las músicas que te gustan.
¿Y el resultado?
Después de las clases en Música Creativa, ¡te sentirás como Neo dominando el código! La música dejará de tener secretos para ti y por fin podrás juzgar (con criterio) la sencillez o complejidad de las canciones que escuchamos a diario.
Pero antes hay que realizar una elección:
¿Elegirás seguir viviendo en la ignorancia o te atreverás a salir de tu zona de confort para dar un paso más en tu aprendizaje?
En cualquier caso, estudiar cómodamente desde tu casa, que hasta hace nada parecía ciencia ficción, ahora ya es posible.
Podrás estudiar Educación Auditiva y Rítmica en formato híbrido: asistiendo de manera presencial, desde casa vía streaming o combinando las dos cosas.
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